Las autoridades brasileñas informaron hoy que las muertes ocurridas en el país en lo que va del año por fiebre amarilla suman ocho, tras determinar que un labrador fallecido el pasado 4 de enero fue víctima de ese mal tropical. Tras realizar los exámenes necesarios, el Ministerio de Salud dijo que se estableció que el labrador João Batista Gonçalves, de 31 años, murió por causa de esa enfermedad transmitida por el mosquito aedes aegypti, portador también del virus del dengue. Gonçalves, al igual que la mayoría de los enfermos registrados hasta ahora, contrajo la enfermedad en el estado central de Goias, al que pertenece el Distrito Federal de Brasilia y que es el foco de lo que para el Gobierno no es siquiera un brote de ese mal, pese a que las muertes este año superan a las ocurridas durante todo 2007. El aumento casi diario del número de casos sospechosos, que hoy superaban los treinta, creó alarma entre la población que se volcó en masa hacia los puestos de vacunación. La situación llega a tal punto que muchas personas, creyendo que quedarían más protegidas contra el mosquito, optaron por tomar la vacuna dos veces.
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