25 nov 2008
POR AMOR A LA CAMISETA, JAJAJAJA
Nalbandian-Del Potro, una pelea millonaria. David quería la final en Córdoba porque le habrían prometido dos millones de dólares. El tandilense pedía una distribución más pareja. “Andá a decirle a tu papito que venga a pedir por tu plata, pendejo”, le dijo David Nalbandian a Juan Martín del Potro en la noche del jueves, cuando los jugadores, a pocas horas del inicio de la serie ante España, aún no habían resuelto el asunto económico. Otros testigos van más allá y agregan que el cordobés, incluso, trató de “cagón” al tandilense. Difícil de comprobar, claro. Pero lo cierto es que la final de la Copa Davis aún no había comenzado, la Argentina aún se sentía amplia favorita ante España y la interna entre los dos mejores tenistas del país ya estaba instalada. El problema venía de fondo, de las supuestas veleidades de Nalbandian, cada vez más mirado de reojo por el resto de los argentinos, en especial Del Potro. Pero la penúltima gota que rebasó todo (la última sería la derrota, por supuesto) fue un problema de dinero. De mucho dinero. Nalbandian presionó hasta el colmo para que la serie se jugara en Córdoba. Él se escudó en un presunto federalismo, pero la realidad apuntaba a una cuestión de dinero. Uno de sus patrocinantes, el Banco de Córdoba, estaba dispuesto a poner muchos millones para su hombre fuerte. ¿Cuántos? En la provincia se habló de dos millones de dólares para él solo. “El único que quería jugar contra España en Córdoba era Nalbandian. Al resto nos daba lo mismo”, dijeron otros tenistas de la Legión argentina. “Mar del Plata también es el país”, había respondido Agustín Calleri. Y algunos vieron un lapsus cuando Nalbandian se enteró de que Mar del Plata había sido elegida: “Pusieron un sobre”, sugirió el cordobés. Pero Nalbandian perdió la sede porque un ente bonaerense, a pedido de Daniel Scioli, le pagó a la Asociación Argentina de Tenis (AAT) 9.600.000 dólares, 300.000 más de lo que ofrecía Córdoba. El de Unquillo nunca aceptó su derrota y, según dicen sus detractores, siguió pidiendo más dinero hasta un día antes de la final. A eso apuntaba el presidente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), Enrique Morea, cuando dijo de Nalbandian: “Los jugadores no tiene amor a la patria, que quede claro. Hay muchos intereses creados”. Ya en Mar del Plata, el problema fue la repartija final. Pese a la derrota, los integrantes del equipo argentino se llevaron 2.800.000 dólares por parte de la AAT, que a su vez había recibido el dinero del ente bonaerense. Pero el reparto no fue por igual entre los cuatro jugadores. Por contrato, Nalbandian ya había acordado hacía mucho que se quedaría con el 50% de la suma (el resto sería dividido según la participación de cada uno en la serie).
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