16 mar 2009

MADE IN ARGENTINA-16/03/09

La Presidenta Cristina Fernández anunciará mañana el proyecto de reestatización de la Fábrica de Aviones Militares de Córdoba, una medida que se estudia desde 2007 y que según se estima generará puestos de trabajo y tecnología de avanzada de origen local. “La Fábrica de Aviones Militares fue lo que generó la industria nacional, porque preparó personal que después se distribuyó no sólo en Córdoba, sino en todo el país. Esto posibilitó que empresas importantísimas, como Fiat o Perkins, se instalaran en la Argentina en función de la capacitación del personal que se había hecho en la fábrica”, señaló a Política&Medios el arquitecto cordobés Jorge Amidei, encargado del Museo de la Industria “Brigadier Juan Ignacio San Martín”. La explosión de la industria argentina se dio en el marco de la Segunda Guerra Mundial, esto había dificultado la importación de productos y facilitó la sustitución de esas importaciones por productos nacionales. En ese momento, el brigadier Juan Ignacio San Martín se hizo cargo de la dirección de la Fábrica y comenzó a desarrollar e impulsar una serie de aviones y elementos que empezaron a llenar el marcado interno, para cubrir los baches que generó el conflicto bélico. “La fabricación del tractor Pampa, que se destinó a darle la posibilidad al agro de tecnificarse. Lo mismo con la moto Puma, que fue el medio de movilidad del obrero, como primer elemento para trasladarse a su trabajo. La fábrica de aviones, a través de las distintas áreas, comenzó a suplir una serie de necesidades en el mercado interno, y no sólo capacitó personal en la tecnologías más altas, sino que llegó a construir hitos como el Pulqui 1, el séptimo avión a reacción que se hizo en el mundo y el primero en hacerse en un país que no estaba en guerra ni comprometido en ella”, detalló el arquitecto. La Fábrica perteneció al Estado hasta el 15 de diciembre de 1994, cuando el gobierno de Carlos Menem decidió la privatización de esta área estratégica y arrendó la fábrica por 25 años a la firma estadounidense Lockheed Martin, finalizando con la actividad fabril para realizar sólo tareas de mantenimiento y modernización de aviones. “Lockheed no hizo absolutamente nada en este tiempo que estuvo, ni siquiera desarrolló los compromisos como la fabricación del avión de ultima tecnología Pampa, que se había desarrollado mediante un convenio con Alemania. La fábrica de aviones venía diseñando y fabricando aviones propios, nacionales, y nada de eso ocurrió después de la privatización”, explicó Amidei. Consultado sobre el proyecto de nacionalización de la Fábrica de Aviones Militares, el encargado del Museo de la Industria consideró que es “un hecho positivo e importante, y espero que sirva para volver a desarrollar tecnologías de última generación y capacitar a nuestros técnicos y obreros en las tecnologías más avanzadas”. En coincidencia con Amidei, el diputado nacional por el Frente para la Victoria, Ariel Pasini analizó a P&M que la medida “se inscribe en una política de recuperación de atribuciones hipotecadas del Estado, que recobró distintos servicios públicos. De la mano de la recuperación de Aerolíneas Argentinas dijimos que había que impulsar otro tipo de políticas vinculadas a recuperar lo que alguna vez tuvimos, y alguna vez en la Argentina fabricamos aviones, una industria que abasteció al mercado interno y sirvió también para exportar hacia otros países del mundo”. “De la mano del proceso del desguace del Estado, sufrimos lo que sufrimos en materia de política aeronáutica y esto es un mojón más, un paso más adelante, por eso lo celebramos. Ayuda a darle integralidad a la política que impulsamos con la recuperación de Aerolíneas”, finalizó el legislador. Desde la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico de la República Argentina (APTA), gremio que representa a los 1100 trabajadores de la Fabrica Argentina de Aviones, dijeron a P&M que la nacionalización es “algo positivo, que servirá para que se vuelva a lo que era la fábrica antes. Porque la etapa de Lockheed fue un robo al Estado. Con contratos desmedidos, donde se fabrica poco y nada”. Desde el sindicato consideraron también que la medida servirá para generar más puestos de trabajo. “Permitiría que la mano de obra se emplee acá. Hasta ahora muchas empresas, como Aerolíneas y Austral, mandan aviones a hacer chequeos una vez al año a Costa Rica y Brasil, mientras se pondría hacer tranquilamente acá”, concluyeron desde APTA.

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