15 mar 2009
UN GOLAZO DE COBOS-15/03/09
La hija menor de Julio Cobos juega al fútbol e influyó en el voto "no positivo" de la resolución 125 “La mayor presión para decidir mi voto la sufrí de ella, más que del Gobierno o el campo”, había declarado Julio César Cleto Cobos, el día después de su voto no positivo a la Resolución 125 que había dividido al país un año atrás. Ella es María Eugenia Euge, para los íntimos, la hija menor del vicepresidente de la Nación. Recién recibida de veterinaria, esta joven de 23 años cobró notoriedad pública tras los dichos de su padre, de quien dice estar “súper orgullosa”. Por amor a la camiseta. Fanática del fútbol, despunta el vicio jugando para el Sportivo Las Suricatas en el Torneo Quilmes de fútbol femenino de Mendoza. Con la número 12 de color verde chillón, Euge palpita los 50 minutos de partido (dividido en dos tiempos de 25 cada uno) y está siempre lista para entrar en el juego, apenas el DT Jorge Quevedo ex rugbier de Los Pumas se lo indica. Desde chica se divertía con este deporte que está considerado, mayormente, como exclusivo para los hombres. Sin embargo, ni a ella ni a sus amigas les importó, y tras sumar a “una amiga de una amiga de una amiga”, formaron el equipo con el que compitieron desde agosto del año pasado en la primera edición de ese torneo. Primero fueron entre ocho y diez jugadoras, pero tras el éxito obtenido en 2008 (terminaron terceras en la tabla de posiciones), más chicas quisieron jugar con ellas: ahora son veintidós jugadoras y tuvieron que dividirse en Suricatas A y Suricatas B. Además de Cobos, el plantel de ambos equipos se completa con las arqueras Evangelina González y Manuela Carubín; las defensoras Bárbara Crespo, Ana González, Marta Vázquez, Federica Garignani, Federica Sayaavedra y María Civit; las volantes Vanina Pannoccia, Agustina Vázquez y Laura y Victoria Brandi; y las delanteras Samantha Gallegos, Laura Carubín, María Mennese, Alejandrina Vázquez, Eliana Gil, Eli Vicky y Soledad Scelzi y Sofia Scelzi. Ayer por la tarde, en la cancha del complejo Las Rosas de la capital mendocina, la suerte de los sorteos hizo que los dos equipos se enfrentaran en un partido eliminatorio y las “suricatas” no estaban para nada contentas con los encargados del fixture. Pero María Eugenia no estuvo ahí, ya que el viernes viajó a Buenos Aires para pasar unos días junto a su papá. Es que tras conocerse su hobby, esta semana salió una nota en un semanario y alteró el perfil bajo de la hija del vicepresidente. “Ella no sale mucho, es pura y humilde y muy reservada, nunca pensó que esa entrevista iba a circular por todos lados. Está un poco asustada por la repercusión. No está acostumbrada a todo esto, era una de las primeras notas que daba y lo hizo como un favor a un amigo, pero está arrepentida. Para nosotros es Euge, nada más”, confiesa Soledad Scelzi, amiga de Euge y compañera de equipo.
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