25 may 2009

ENVÍA GUIÑOS AL PERONISMO DISIDENTE

Julio Cobos quiere ser Presidente. Lo que hasta hace poco sólo insinuaba elípticamente, ayer lo admitió con todas las letras cuando dijo que se consideraba precandidato presidencial del espacio que los ex radicales K comparten con el radicalismo y con el socialismo. Enfrascado en la campaña mendocina, al confirmar que después de ser vicepresidente sólo pretende seguir subiendo en la escalera del poder, Cobos introdujo un elemento que genera ruido dentro del Acuerdo Cívico y Social. “Hay un peronismo disidente que creo que nos podría acompañar, tengo muy buena relación con ellos”, le confió al diario Los Andes. La reivindicación que Cobos hizo de su relación con Felipe Solá –una de las caras más emblemáticas de la disidencia peronista– contradice el discurso que Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín realizan en Buenos Aires. Cuando hablan del kirchnerismo y del armado De Narváez-Solá, los candidatos del Acuerdo Cívico los definen como PJ 1 y PJ 2.Entre otras definiciones, el mendocino destacó que su futuro depende del resultado electoral que consiga en su provincia. Dijo que no contempla un escenario institucionalmente apocalíptico después del 28 de junio, pero al pasar comentó que “cuando uno asume la vicepresidencia tiene que estar preparado para todo”. También afirmó que de llegar al sillón de Rivadavia “van a ver que no voy a ser ni Kirchner, ni Fernando de la Rúa, voy a ser Cobos”.A la hora de explicar la aparición pública de Cobos, un importante dirigente radical que habló con este diario destacó que “evidentemente el vicepresidente quiere tener protagonismo y volver a instalar su nombre entre los posibles presidenciables para 2011”. El dirigente radical recordó a Crítica de la Argentina que la figura de Cobos venía un tanto deteriorada dentro del Acuerdo Cívico y Social después del escándalo que rodeó a la impugnación de uno de los suyos, el intendente de Pergamino, Héctor “Cachi” Gutiérrez. Tampoco se mostró muy alarmado por la mención que Cobos hizo del peronismo disidente. “Raúl Alfonsín decía que uno tiene que explicar los apoyos que da y no los que recibe. Una cosa es que algunos sectores de ese espacio nos apoyen y otra es sumarlos con expectativas de que sean candidatos. No figura en nuestros planes acompañar a Solá”, subraya.A pesar de que le quita dramatismo a la mención que Cobos hizo del peronismo disidente, el importante dirigente que habló con este diario destacó que “lo más natural es que ese sector termine confluyendo con el kirchnerismo”. Recordó que en la campaña presidencial de 2007, que llevó a la Rosada a Cristina Fernández de Kirchner, De Narváez “terminó pactando por debajo de la mesa con Néstor Kirchner para no pegar su candidatura a gobernador con ningún candidato” presidencial. “Era un hecho que De Narváez respaldaría la candidatura presidencial de Roberto Lavagna. Hubo muchas reuniones y sorpresivamente se cancelaron. Luego nos enteramos del acuerdo con Néstor. Por eso decimos que al final los peronistas disidentes y los kirchneristas terminan juntos”, confió el histórico dirigente de la UCR.Cobos despertó a viejos fantasmas. Los radicales que lo ven como un posible candidato presidencial por la buena imagen pública que cosecha presienten una nueva traición. Similar a la que vivieron cuando el mendocino se sumó a la Concertación kirchnerista.El Acuerdo presenta su plataformaEl Acuerdo Cívico y Social abrirá hoy las puertas del Instituto Hannah Arendt para presentar los proyectos que sus hombres llevarán al Congreso Nacional. El primero de los títulos de la plataforma destaca la “reactivación y desarrollo de las economías productivas”. Proponen “reducir y segmentar las retenciones a las exportaciones agropecuarias sin comprometer la solvencia fiscal”. También reivindican “facilitar e incentivar las exportaciones al mercado mundial de productos originados en nuestras economías regionales”. Estos dos puntos marcan un abismo con las actuales políticas del kirchnerismo que, aunque no sean explícitas, les ponen condiciones a las exportaciones agropecuarias. “La falta de política agropecuaria también es una política, ya que permite que el productor grande se coma al chico”, suele decir el titular del radicalismo, Gerardo Morales. Los candidatos a diputados y senadores también propondrán la derogación de los superpoderes y el respeto del federalismo.

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