15 jun 2010

ESTOY DEFRAUDADA POR CRISTINA

La senadora Chiche Duhalde no se siente defraudada por la presidenta Cristina Kirchner, aunque no lo admite como un elogio, sino como una crítica. Agrega estar convencida de que su esposo es quien rige los destinos del país. Pero no es lo más grave que dice de los Kirchner, a quienes les augura el peor destino, penalmente hablando. En diálogo con la prensa, definió al Gobierno como “el más corrupto de esta etapa democrática”. Suele suceder a las esposas de políticos de renombre. No les gusta que en las entrevistas le pregunten sobre temas que atañen a sus consortes, convirtiéndolas en una suerte de voceros matrimoniales. Con vuelo propio, la senadora Hilda González de Duhalde casi no corre ese “riesgo”, pues a la hora de reportearla se sabe bien que lo que diga no necesariamente representa el pensamiento de su marido.


Pero este es un momento especial y si bien no es candidata, comparte esa condición con su esposo. Así las cosas, acepta gustosa hablar en nombre de Eduardo Duhalde. “Estamos jugados”, admite antes de iniciarse la entrevista, graficando con convicción la decisión de dar pelea por las presidenciales de 2011.
Acepta también que falta mucho tiempo para las elecciones, aunque aclara que “no tanto”, pero remarca que el tema de las candidaturas “está instalado y por supuesto cada candidato sale a transmitir su percepción, sus ideas. E indudablemente Eduardo Duhalde está transmitiendo su vastísima experiencia en todos los lugares donde es organizado un acto o una conferencia para escucharlo”.
 Como senadora nacional, ¿cree que la oposición ha defraudado las expectativas de la gente que la votó el año pasado?
No, primero que nosotros tenemos que ubicarnos en que entre el momento de la elección y la nueva composición de la Cámara pasaron muchísimos meses. Recién el 1° de marzo podemos decir que tuvimos una composición que representaba la elección del 28 de junio. Esto a la gente posiblemente no le haya quedado claro, que pasaron nueve, diez meses entre la votación y la asunción de los nuevos legisladores. Después está el hecho de que es una amalgama conformada por distintos hombres y mujeres que representan distintas ideas, que hay que enhebrar cotidianamente la relación con otras fuerzas políticas, que estando en el arco opositor en realidad no en todos los temas pensamos igual. En el Senado en particular, sí hemos tenido algunos problemas concretos que la ciudadanía conoce, 37 éramos los que conformábamos el arco opositor, contra 32 del oficialismo, más tres aliados. O sea que podíamos tener quórum propio, pudimos en una sesión elegir la conformación de las comisiones, lo que hoy nos permite tener mayoría numérica en todas las comisiones, pero después en las sucesivas sesiones fuimos encontrando que con quienes pensábamos contar, no contamos…
¿Ese fue un error de los que estaban tratando de armar la estrategia en un Senado tan heterogéneo? ¿Hay un error de alguien en no haber podido amalgamar a todo ese grupo?
Lo que pasa es que no hay liderazgos… ¿O hay muchos líderes?
No, no, no hay liderazgos claros. Hay personas que representan a cada partido político, pero en realidad en el Senado en particular hoy no hay figuras de tanta fuerza que puedan convencer, liderar el nucleamiento, la unión de un arco opositor que tiene diferencias en muchos temas. El radicalismo piensa de una manera en algunos temas importantes; nosotros en el interbloque pensamos diferente, tenemos expresiones con matices… Entonces no es fácil, porque una cosa es conducir monolíticamente al bloque oficialista que responde a un liderazgo para mí absolutamente negativo, como es el de Kirchner, pero es un liderazgo, y otra cosa es amalgamar, unir a todo un arco opositor que es heterogéneo.
Cuando habló de liderazgos usted citó a Kirchner, mencionando a Néstor Kirchner, supongo…
Sí, claramente.
¿Y la Presidenta?
No, no, responden a Néstor Kirchner. Creo que claramente la conducción del Gobierno está en manos de Néstor Kirchner.
¿Usted está defraudada de lo que ha sido la presidencia de Cristina?
No, no, a mí me defraudó Kirchner, que fue la persona a la que voté y creí en su proyecto. Y creo que a la sociedad le pasó lo mismo: creyó en su proyecto, porque a los pocos meses él era un hombre que tenía un 70 por ciento de adhesión. Ella no me defraudó, la enfrenté en 2005 sabiendo que perdía; conociéndola como legisladora, no tenía buena impresión de que ella pudiera verdaderamente hacer una buena tarea como presidenta de la Nación. Así que de ella no esperé nada; sí esperé del ex presidente Kirchner, que creo que sigue conduciendo los destinos del país.
Hace poco la gente participó masivamente de los actos por el Bicentenario y hay algunos que quieren llevar agua para sus molinos. ¿Cómo visualizó usted esa movida de la gente? Porque hay varias lecturas…
Y todas las lecturas son válidas. Yo lo ví por televisión y la verdad que me emocionó que la gente se manifestara tan alegremente en la fecha del Bicentenario. Creo que hubo muchas cosas: gente que fue por sentimiento patriótico, creo que la mayoría; muchos motivados aparte porque había mucho espectáculo gratuito para ver; era un fin de semana largo… no le pondría connotaciones políticas. Lo que pasó en el Teatro Colón, donde hubo tanta gente afuera viendo lo que sucedía adentro fue una muestra de que hay mucha gente a la que le gusta la actividad cultural. Me parece que fue un movimiento espontáneo de la gente aprovechando el fin de semana largo, que por supuesto tiene un contenido patriótico. Lo que me da lástima es que ese sentimiento patriótico que los argentinos tenemos, lo pongamos de manifiesto en un hecho puntual como fue el Bicentenario, o en el fútbol, que nos va a encontrar a todos unidos, y no tengamos esa capacidad dirigencial -hablo de los dirigentes políticos, sindicales, empresariales, medios de comunicación, hablo de todos- como para enamorar al conjunto de la sociedad, para hacer que se movilice también por otros temas que son de preocupación o de orgullo de los argentinos. Son momentos muy puntuales, pero después estamos como muy divididos.
En el oficialismo están interpretando que estos festejos marcan que la gente no está tan mal, que hay buena onda y que la misma es particularmente gracias y hacia el Gobierno.
Bueno, es natural que el Gobierno trate de capitalizar lo que pasó, como va a ser natural, si llegamos a ser campeones mundiales, que trate de capitalizar eso. Acá son cuestiones de la política, pero ustedes y yo tenemos que decir que ninguna de las dos cosas tiene que ver con el Gobierno. Son hechos que caen en un momento justo, aunque mucha gente puede creer que tienen relación con la política.
Al principio hablábamos de su marido lanzado como candidato presidencial; hay encuestas que lo dan mejorando su imagen. ¿Ustedes creen que van a competir en definitiva con Kirchner en la interna, o van por afuera del partido?
No, nosotros vamos a hacer todos los esfuerzos para ir por dentro del partido, porque somos peronistas. Usted sabe que yo me he quedado en el Senado absolutamente sola, fiel a mis principios; podría haber hecho otra cosa, pero no hubiera sido yo. Creo que del justicialismo no kirchnerista -porque del kirchnerismo tengo mis serias dudas de que sea peronismo o justicialismo- va a quedar claramente en poco tiempo más Eduardo Duhalde como el candidato natural del justicialismo. Si Kirchner se va a presentar o no, dependerá de muchas cosas: de su decisión, de cómo le den las encuestas, pero creo que va a ser ese escenario.¿Y en ese escenario ustedes lo pondrían también a Mauricio Macri, a De Narváez?
Mauricio Macri es PRO, es otro partido, que seguramente se presentará a elecciones. Yo estoy hablando del justicialismo mal llamado disidente, y el kirchnerismo mal llamado justicialismo oficial. De Narváez tiene que definir claramente qué quiere ser. Porque creo que representa una enorme confusión para la sociedad, que por momentos diga que quiere ser candidato a presidente, y por momentos diga que quiere ser candidato a gobernador, y que esté tratando de imponer una candidatura cuando sabemos que la Constitución no lo habilita, y verdaderamente si la Justicia argentina lo habilitara, estamos en el horno… Porque no tiene los elementos necesarios constitucionalmente para ser candidato.
Usted dijo que el Gobierno kirchnerista es corrupto…Sí, absolutamente corrupto.
Pero fue aún más lejos, al señalar que “les espera la cárcel”.
Sí, yo creo que les va a pasar eso. Y creo que por eso es la enorme desesperación que tienen de perpetuarse en el poder. Porque verdaderamente las denuncias son cada vez más escandalosas, denuncias que al principio parecían que eran hechos de los que uno dudaba, pero que se van confirmando a través de la Justicia. Es como que va perdiendo miedo la Justicia, van perdiendo miedo los empresarios, algunos empiezan a atreverse a denunciar, y creo que verdaderamente este es el Gobierno más corrupto de la etapa democrática argentina. Así que sinceramente creo que a ellos, como a otros, les espera la cárcel.

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