A partir del domingo, el Gobierno limitará en forma gradual el subsidio al consumo de energía. La electricidad pasará a costar hasta un 93 por ciento más cara y el gas, hasta un 32 por ciento más. La medida había sido frenada el año pasado por la queja de los usuarios. Siguen los cortes de suministro a las industrias y las protestas por la falta de garrafas. Los clientes residenciales de luz y gas que tienen niveles de consumos medios y altos van a conocer un ajuste de tarifas de entre el 23 por ciento y el 93 por ciento, debido a la reducción gradual de los subsisdios invernales por parte del Gobierno.El precio del servicio de gas aumentará en la región metropolitana para los hogares que registran un consumo anual superior a los 1.500 metros cúbicos. En cuanto al servicio eléctrico, las subas oscilan entre el 60% y el 300%, según el nivel de consumo. La suspensión parcial de los subsidios alcanzará a los clientes residenciales que consumen más de 1.000 kilowats hora por bimestre. A partir de octubre se eliminarán los subsidios invernales, por lo que los usuarios residenciales volverán a pagar las tarifas plenas de energía que estuvieron vigentes hasta el mes de mayo. En agosto del año pasado, el Gobierno suspendió los fuertes aumentos que había autorizado a fines de 2008 por los reclamos de los usuarios, las demandas judiciales y la presión del Congreso. El ministerio de Planificación anuló los aumentos aprobados para junio y julio y redujó en un 70 por ciento los previstos para agosto y septiembre. Según el Gobierno, el congelamiento parcial de los aumentos que habían sido dispuestos en 2008 cuesta alrededor de 500 millones de pesos por año en subsidios.
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