24 sept 2010

SE VIENE OTRO DEBATE POLEMICO EN EL CONGRESO

Después del matrimonio gay, se aproxima el debate sobre el aborto en el Congreso. Otro polémico tema se instalará pronto en el Congreso Nacional, pues ambas cámaras comenzarán a debatir la legalización del aborto, a muy poco tiempo de la aprobación de la ley de matrimonio homosexual, la iniciativa K que terminó en su aprobación. Este miércoles, se da el primer paso con una marcha al Congreso. Poco después del intenso debate que terminó con la aprobación del matrimonio gay, otro polémico tema se instalará el mes próximo en el Congreso Nacional. En ambas cámaras se empezará a discutir la legalización del aborto. Cristina de Kirchner ha expresado en más de una ocasión su terminante oposición, sin embargo, legisladores oficialistas decidieron avanzar en el debate de las propuestas.
La senadora chaqueña Elena Corregido solicitó darle preferencia en comisión a su proyecto de modificación del artículo 86 del Código Penal, que establece las causas de abortos no punibles. Corregido es una de las dos senadoras nacionales que acompañan en estos días a la Presidente en su visita a Nueva York (la otra es la santafecina Roxana Latorre). El punto más importante del proyecto es el permiso para realizar un aborto tendiente a "evitar un peligro para la salud o la vida" de cualquier mujer. Y no sólo contempla los riesgos físicos, sino también los psíquicos y los sociales. También establece que ese tipo de peligro deberá ser avalado por la opinión de cualquier profesional matriculado de la salud, "distinto del que practique o dirija la intervención", y que "en ningún caso se requerirá la opinión de un comité de ética". El debate sobre el aborto pospondrá en la Comisión de Justicia y Asuntos Penales el tratamiento del proyecto de ley de infanticidio, sancionado recientemente en la Cámara de Diputados. Esa iniciativa, que busca bajar las penas a las madres que matan a hijos recién nacidos, "no es prioritaria", expresaron en diversos bloques del Senado. El aborto, en cambio, será tratado con preferencia para emitir dictamen. "Los proyectos sobre la seguridad nos llevarán algunas semanas más de trabajo; después se tratarán los proyectos sobre aborto", dijo ayer al diario 'La Nación' la senadora salteña Sonia Escudero, presidente de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales. El proyecto de la senadora Corregido fue respaldado por otras tres integrantes del Frente para la Victoria: Teresita Quintela (La Rioja), Nanci Parrilli (Neuquén) y Ana Corradi (Santiago del Estero), además de sumarse dos naturales aliados del oficialismo: los representantes de ARI de Tierra del Fuego, José Martínez y María Díaz. La propuesta de este grupo es flexibilizar las causas que posibilitan los abortos no punibles. Como se dijo, el punto más importante del proyecto es la habilitación para que aborte cualquier mujer, no sólo la que ha sido violada, de modo de evitar así que corran riesgos su salud física, psíquica y social, aspectos que no están contemplados actualmente por la normativa vigente. "El concepto de salud será interpretado de manera integral como el estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad", dice textualmente el proyecto a punto de ser debatido en el Senado. Si esa redacción ya muestra lo permeable del artículo a la ampliación casi sin restricciones de los casos de abortos no punibles, quita aún más trabas al señalar que el peligro para la salud será avalado por un profesional de la medicina distinto del que practique o dirija la intervención", es decir, cualquier médico que evalúe que la mujer corre riesgos si sigue adelante con el embarazo. Otros dos proyectos sobre despenalización del aborto estarán también en la mesa de debate de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales del Senado. Por un lado, se analizará la modificación propuesta por la formoseña Adriana Bortolozzi, que apunta a legalizar la interrupción de embarazos en todos los casos de violaciones. La redacción actual del Código Penal resulta polémica, pues mientras algunos se ciñen a la letra del artículo 86 que remite a no castigar los abortos que se realicen en personas dementes o idiotas que hayan sido violadas, hay quienes consideran que la interpretación debe ser más amplia, es decir, que incluya a cualquier mujer cuyo embarazo haya sido producto de una violación. En cambio, una iniciativa presentada por la puntana Liliana Negre de Alonso restringe aún más lo hoy dispuesto por el Código Penal, al establecer como único caso de aborto no punible aquel en que esté en juego la vida de la mujer. Negre de Alonso fue la más enérgica opositora al matrimonio homosexual y sus esfuerzos por consolidar un frente legislativo contra ese proyecto fueron reconocidos, incluso, por aquellos que promovieron aquel tema. Por lo pronto, un grupo de legisladores organizó una jornada internacional en apoyo de los proyectos sobre despenalización del aborto, que se realizará el próximo jueves en el Senado. Entre los expositores internacionales que participarán de ese seminario figura la senadora colombiana Piedad Córdoba. En la Comisión de Seguimiento Legislativo del Episcopado no habían sido notificados hasta ayer sobre el tratamiento inminente del aborto en el Congreso. No sólo sobre los proyectos en el Senado, sino también de la iniciativa que ya debaten asesores de diputados que integran las comisiones de Legislación Penal y de Familia. Según el mismo matutino, con la firma de más de 50 diputados de todas las bancadas, encabezados por la bonaerense Juliana Di Tullio (Frente para la Victoria), el proyecto que se analiza en esa cámara tiende a una liberalización plena del aborto, pues establece el permiso de interrumpir los embarazos hasta la duodécima semana de gestación por la sola voluntad de la mujer. Se trata de una iniciativa más ambiciosa que la presentada por Corregido en el Senado. Fuentes legislativas que participan de las reuniones en las comisiones de Diputados aseguraron al diario que hay un fuerte impulso para acelerar el tratamiento de ese proyecto. Si bien en las presidencias de los bloques mayoritarios, tanto en Diputados como en el Senado, se definen otras prioridades legislativas, existe una serie de condicionantes externos que llevarían a priorizar los proyectos sobre aborto, al igual que ocurrió con el matrimonio homosexual. Por eso, sus promotores confían en consolidar la presión social que nace, por ejemplo, de pronunciamientos universitarios. También se prepara una marcha al Congreso el miércoles próximo para reclamar la despenalización, organizada por partidos de izquierda. Al igual que ocurrió durante el debate por el casamiento gay, esas organizaciones suelen empujar temas en los que el gobierno nacional no quiere ser visto como promotor principal. En el Senado no fue vista como casual la invitación a Corregido a formar parte de la delegación presidencial en la visita a Nueva York. Dejó trascender en diversas ocasiones su posición contraria a la modificación de la norma sobre abortos no punibles; sin embargo, permitió la continuidad de una guía del Ministerio de Salud sobre el asunto con polémicas recomendaciones.

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