Quieren retirar a la virgen de Luján del Salón de Pasos Perdidos. Un diputado de Nuevo Encuentro presentó un proyecto para que la imagen de “Nuestra Señora de Luján” sea retirada del Salón Pasos Perdidos y se habilite un espacio de carácter ecuménico. Con el objetivo de garantizar la igualdad de oportunidades para el ejercicio de la libertad religiosa que reconoce la Constitución Nacional, el diputado aliado al Gobierno Ariel Basteiro presentó un proyecto para que se retire del salón de Pasos Perdidos la imagen de “Nuestra Señora de Luján” y se habilite en la Cámara de Diputados un espacio reservado de carácter multirreligioso al que puedan acceder sus miembros para satisfacer sus necesidades espirituales. El 8 de septiembre de 1997, por iniciativa de la entonces diputada nacional Nélida del Carmen Parra y decisión del peronista Alberto Pierri, quien en esa época presidía la Cámara baja, se procedió a la “Solemne Entronización de la Imagen de la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de Luján, Patrona de la República Argentina” en el Salón de Pasos Perdidos.
“La Cámara de Diputados, como tal, es parte del Estado no confesional. Esto no implica desconocer el derecho de sus integrantes a profesar libremente su culto, pero el ejercicio irrestricto de ese derecho no los habilita a instalar en un ámbito público y plural como es el Salón de Pasos Perdidos símbolos propios de una determinada religión que, por su sola presencia, pueden alterar el espíritu de quienes no comulgan con ella”, aseguró Basteiro en los fundamentos del proyecto presentado.
Asimismo, el diputado bonaerense recordó que en el acto de entronización la diputada Parra había manifestado que la imagen de la virgen “seguramente inspirará a este cuerpo legislativo lo que es mejor para lograr el bien común”. Al respecto, el autor de la iniciativa reflexionó: “Si bien respetamos las creencias de cada diputado, nos parece exagerado pretender que el objeto de devoción de Parra sea el que inspire a este cuerpo legislativo para discernir lo que es mejor para lograr el bien común”.
“Vivimos en una sociedad que registra una creciente diversidad de adscripciones en términos culturales, políticos, ideológicos y religiosos. Bajo estas circunstancias, el Estado tiene un doble desafío: garantizarnos la libertad para vivir en consonancia con nuestras convicciones y asegurarnos la pacífica y cordial convivencia en el marco de nuestras divergentes miradas. La Cámara de Diputados de la Nación debe constituirse en un ámbito imparcial ante el universo de confesiones, único modo de respetar a todas por igual, garantizar igualdad de trato a quienes las profesan y no interferir en las convicciones de aquellos que no adscriben a ninguna de ellas”, concluyó Basteiro.
“La Cámara de Diputados, como tal, es parte del Estado no confesional. Esto no implica desconocer el derecho de sus integrantes a profesar libremente su culto, pero el ejercicio irrestricto de ese derecho no los habilita a instalar en un ámbito público y plural como es el Salón de Pasos Perdidos símbolos propios de una determinada religión que, por su sola presencia, pueden alterar el espíritu de quienes no comulgan con ella”, aseguró Basteiro en los fundamentos del proyecto presentado.
Asimismo, el diputado bonaerense recordó que en el acto de entronización la diputada Parra había manifestado que la imagen de la virgen “seguramente inspirará a este cuerpo legislativo lo que es mejor para lograr el bien común”. Al respecto, el autor de la iniciativa reflexionó: “Si bien respetamos las creencias de cada diputado, nos parece exagerado pretender que el objeto de devoción de Parra sea el que inspire a este cuerpo legislativo para discernir lo que es mejor para lograr el bien común”.
“Vivimos en una sociedad que registra una creciente diversidad de adscripciones en términos culturales, políticos, ideológicos y religiosos. Bajo estas circunstancias, el Estado tiene un doble desafío: garantizarnos la libertad para vivir en consonancia con nuestras convicciones y asegurarnos la pacífica y cordial convivencia en el marco de nuestras divergentes miradas. La Cámara de Diputados de la Nación debe constituirse en un ámbito imparcial ante el universo de confesiones, único modo de respetar a todas por igual, garantizar igualdad de trato a quienes las profesan y no interferir en las convicciones de aquellos que no adscriben a ninguna de ellas”, concluyó Basteiro.
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