SIN QUÓRUM EN DIPUTADOS

No hubo quórum en Diputados para debatir el control de armas. La comisión de Seguridad Interior contó con la presencia de sólo siete diputados. Adrián Marcenac, padre de Alfredo Marcenac, el joven de 18 años que en 2006 fue asesinado por el llamado “tirador de Belgrano”, participó de la reunión y pidió que sea aprobada la ley con media sanción del Senado que modifica al Registro Nacional de Armas (ReNar). Al finalizar la reunión, la presidenta de la comisión, Griselda Baldata (CC) señaló a los invitados la dificultad para lograr quórum y poder emitir un dictamen, pero pidió a los diputados presentes –representantes de los distintos sectores políticos - que trabajen con sus bloques a fin de tener una opinión y poder avanzar en una próxima reunión. Los únicos presentes fueron Gerado Milman (Gen), Natalia Gambro (Pro), Silvia Majdalani (Pro), Alfredo Dato (FpV), Carlos Favario (Demócrata Progesista), y Fernanda Gil Lozano (CC).
Mercenac se presentó en la comisión que preside la cordobesa Baldata (CC) junto a integrantes de la Red Argentina para el Desarme a fin de presentar su posición respecto del Proyecto de ley en revisión por el cual se crea la Autoridad Nacional de Control de Armas. “No puede ser que el registro de armas lo manejen los fabricantes”, sostuvo.
“Es improductivo y contraproducente que el ReNar se financie con la venta de armas y el otorgamiento de licencias. No puede ser que la mayoría de los empleados sean de una empresa privada”, dijo Mercenac respecto al funcionamiento del actual organismo de control de armas.
“Es urgente que este proyecto sea aprobado”, dijo el padre del joven asesinado, y consideró “un gran cambio” lo propuesto por el proyecto. “Es necesario crear un nuevo organismo sin incluir a quienes tienen parte en el negocio”, pidió Mercenac.
Por su parte, Gustavo Colás, asesor técnico del Senado, se refirió a la situación durante el tratamiento en la Cámara alta y dijo: “Pocas veces he visto un lobby tan intenso, seguramente con el avance del tratamiento ustedes lo verán”.
Según señaló, quienes se oponen al proyecto de ley sostienen que “más allá del control del Estado la venta de armas es una actividad lícita y que el problema son las armas ilegales”. “Nosotros insistimos en que limitando uno se reduce el otro”, explicó Colás, para añadir que en la actualidad aduciendo “motivos de seguridad” una persona puede comprar 357 armas, mientras que la nueva ley fija el límite en dos.