"Bontempo, Fatala y López son unos atorrantes y mentirosos". Sergio Schoklender desmiente a los funcionarios sobre lo que dijeron en Diputados y revela datos desconocidos antes de su visita a Asuntos Constitucionales. Habla sin pelos en la lengua de la corrupción que "existe en Obras Públicas y Vivienda". Un adelanto de lo que puede ser la reunión de este jueves. En charla con la prensa, el dueño de Meldorek se ocupó de desmentir casi todo lo que afirmaron el subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, Luis Bontempo, y el de Obras Públicas, Abel Fatala, en junio pasado, en la Comisión de Vivienda y Ordenamiento Urbano de la Cámara baja. En aquella oportunidad, Fatala respondió, ante la reiterada pregunta de los diputados, que "jamás tuvimos contacto con las Madres"; y Bontempo: "Sólo estuve cuatro o cinco veces con Schoklender en entrevistas institucionales", para luego agregar: "Lo conozco de vista". A estas aseveraciones, Schoklender dijo lo suyo. "A Fatala no solo se le pagaron gastos de campaña, sino que venía a las oficinas de la Fundación, por lo menos, tres veces por semana. Además, viajó 10 veces, aproximadamente, en el avión de Meldorek", y luego prosiguió: "En las oficinas del 3º piso del edificio de Madres, estaban en forma permanente dos funcionarios del Ministerio de Planificación (Subsecretaría de Obras Públicas), eran el arquitecto Feidini y el arquitecto Castellanos. Todos ellos viajaban permanentemente con Bontempo, salvo el período en que estuvo muy enfermo; hasta que comenzaron a pasar los temas de viviendas al área de Fatala". Fatala también afirmó ante los diputados que ellos "nunca hicieron inspección de las obras ejectudas por Sueños Compartidos, porque no les correspondía. Era tarea de las jurisdicciones contratantes". El dueño de Meldorek, casi indignado, no pudo callar: "Es un mentiroso, cómo puede decir eso. Si viajaban conmigo en el avión a inspeccionar las obras. Tal es así que, en el Chaco, (el gobernador Jorge) Capitanich le ponía un helicóptero para que pudiese ver las obras que estaban en zonas del interior. Es un atorrante", remarcó. Otro de los puntos de controversia que salieron a la luz fue el de los aportes patronales y cargas sociales. Sobre la cuestión, Bontempo le aseguró a los diputados que "todo contratista, antes de pagarle a las empresas por las obras ejecutadas, se constituía cómo agente de retención". Y que "jamás se pudo haber pagado sin haber realizado los respectivos descuentos". Schoklender le negó a la prensa que ese procedimiento se aplicara para con Sueños Compartidos. "A mí nadie me descontó jamás nada. Yo la deuda que tengo por los diferentes aportes, es debido a que me fueron retrasando los pagos, y nunca me hicieron redeterminación de precios. Y eso fue una decisión de José López (secretario de Obras Públicas), para sacarme de encima. A él no le convenía que yo siga estando, no podía sacarme coima. Me cansé de reputearlo en el despacho por esa causa; entonces él iba se quejaba con Cristina, y Cristina se quejaba con Hebe, y así se fue debilitando la relación". Pero, una de las cosas más fuerte que le contó Schoklender a la prensa, fue cuando habló de la corrupción del Gobierno. "La corrupción que hay en el gobierno es infernal. Cómo ya no hay gastos reservados, todos se ocupan de hacer caja. Desde Aníbal Fernández para abajo. En el caso de las viviendas, las que ellos construyen cuestan el doble de las mías, y son de menor calidad. Que alguien salga a decir cuántas construyeron. A mí me sacaron porque yo les arruiné el negocio. ¿O acaso vos dudás? ¿Para qué crees que adelantan el 15 por ciento a las constructoras? Ese es el retorno. Conmigo no lo pudieron hacer. Ese es el odio que tienen. Porque ese 15 por ciento se lo comen ellos. Es la norma impuesta desde Planificación, y por López". Con respecto a este tema puntual, el diputado Horacio Alcuaz (FAP) le había manifestado a Bontempo que ese 15 por ciento que se daba de adelanto "servía para la coima". Bontempo, molesto, respondió así en esa oportunidad: "Respecto de lo que dice el diputado Alcuaz, no estoy totalmente de acuerdo con que el 15 por ciento sirve para la coima o para que se lo roben. El 15 por ciento lo controlamos y lo vamos descontando certificado por certificado. Pero además ese 15 por ciento está caucionado; tiene una póliza de caución sobre el 15 por ciento, que queda sin efecto una vez que ese 15 por ciento se reparte en absolutamente todos los certificados. Ahí se retira la póliza de caución. En realidad fue un pedido de las empresas cuando se largaron los programas federales, porque vivíamos en los años 2003 y 2004".
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