La hija de la presidenta se tuvo que ir antes de tiempo de "El Bárvaro" ante la repentina llegada de los inspectores porteños. Florencia Kirchner salió este sábado a bailar con amigos al boliche “El Bárvaro” en Palermo pero tuvo que retirarse antes de lo que hubiera deseado porque la Agencia Gubernamental de Control clausuró el local que tenía su capacidad excedida. Secundada por la custodia presidencial, Flor concurrió este sábado por segunda semana consecutiva al boliche ubicado en Cabrera 2927, a pesar de que no es de los más glamorosos de la noche porteña. Todo venía bien hasta que llegaron los inspectores porteños, a cargo de la fiscalización de los boliches. Una vez allí, realizaron los controles de rigor y detectaron que había “exceso de capacidad” y procedieron a la clausura del local a las 5.40 de la madrugada. Florkey se enteró por sus custodios, que la retiraron del lugar en infracción cuando llegaron los inspectores. Se podría decir que le aguaron la fiesta.
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