Trágica historia del niño sin cara
Sufrió un accidente a sus 4 años y terminó desfigurado. Sus padres no tiene dinero para una cirugía y vive sin facciones. Wang Xiaopeng era como cualquier otro curioso y enérgico niño de cuatro años cuando, de repente, un juego peligroso salió mal y perdió su cara en un incendio que él mismo empezó. El pequeño quedó con cicatrices en todo su rostro, al punto que se borraron sus facciones. Según los padres del niño, su hijo estaba jugando con una montaña de paja en el patio de su casa, en la localidad de Yinchuan, ubicada en la provincia de Ningxia. Sin que se dieran cuenta, el pequeño avanzó con un fósforo encendido e inició un incendio al que sobrevivió de milagro, informó el sitio inglés The Sun. Ahora, Wang tiene 6 años y no va al colegio porque no lo aceptan en ninguna institución. Por lo menos, el pequeño mantiene algunos amigos que ya se acostumbraron a su apariencia. Hasta el momento, los padres de Wang gastaron 150 mil yuanes (o sea, más de 23 mil dólares) para mantener la calidad de vida de su hijo, lo que los obligó a vender la casa familiar y mudarse a una casilla. El tratamiento para devolverle a Wang una cara lo más humana posible costaría alrededor de 300 mil yuanes más, el equivalente a casi 50 mil dólares
Sufrió un accidente a sus 4 años y terminó desfigurado. Sus padres no tiene dinero para una cirugía y vive sin facciones. Wang Xiaopeng era como cualquier otro curioso y enérgico niño de cuatro años cuando, de repente, un juego peligroso salió mal y perdió su cara en un incendio que él mismo empezó. El pequeño quedó con cicatrices en todo su rostro, al punto que se borraron sus facciones. Según los padres del niño, su hijo estaba jugando con una montaña de paja en el patio de su casa, en la localidad de Yinchuan, ubicada en la provincia de Ningxia. Sin que se dieran cuenta, el pequeño avanzó con un fósforo encendido e inició un incendio al que sobrevivió de milagro, informó el sitio inglés The Sun. Ahora, Wang tiene 6 años y no va al colegio porque no lo aceptan en ninguna institución. Por lo menos, el pequeño mantiene algunos amigos que ya se acostumbraron a su apariencia. Hasta el momento, los padres de Wang gastaron 150 mil yuanes (o sea, más de 23 mil dólares) para mantener la calidad de vida de su hijo, lo que los obligó a vender la casa familiar y mudarse a una casilla. El tratamiento para devolverle a Wang una cara lo más humana posible costaría alrededor de 300 mil yuanes más, el equivalente a casi 50 mil dólares
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