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Escándalo por una ministra que se comió a una "mujer africana"
Era parte de un acto que repudiaba al maltrato y la mutilación genital femenina. Pero salió todo mal y estallaron las críticas. La ministra de Cultura sueca, Lena Adelsohn Liljeroth, agarró un cuchillo y le dio la primera tajada a una torta que representaba el cuerpo de una mujer negra. Se trató de una representación artística que repudiaba la mutilación genital femenina. Este 15 de abril, la funcionaria europea se sumó a otras personalidades a un paso de comedia en la que tenía que comerse parte del cuerpo de una mujer de raza negra desnuda. Claramente, era de chocolate y tenía una masa de color rojo. El artista Makode Aj Linde (de origen africado y creador de la instalación) se maquilló y gritaba cada vez que clavaban la cuchilla en la torta. Fue todo risas, hasta que la comunidad manifestó su rechazo a la creativa forma de oponerse al maltrato. Es más, la Asociación Sueco-Africana reclamó la dimisión de la ministra. “Su participación, mientras reía, bebía y comía pastel, eleva el insulto que esto supone contra la gente que sufre racismo y contra las mujeres afectadas por la mutilación”, dijeron.
Escándalo por una ministra que se comió a una "mujer africana"
Era parte de un acto que repudiaba al maltrato y la mutilación genital femenina. Pero salió todo mal y estallaron las críticas. La ministra de Cultura sueca, Lena Adelsohn Liljeroth, agarró un cuchillo y le dio la primera tajada a una torta que representaba el cuerpo de una mujer negra. Se trató de una representación artística que repudiaba la mutilación genital femenina. Este 15 de abril, la funcionaria europea se sumó a otras personalidades a un paso de comedia en la que tenía que comerse parte del cuerpo de una mujer de raza negra desnuda. Claramente, era de chocolate y tenía una masa de color rojo. El artista Makode Aj Linde (de origen africado y creador de la instalación) se maquilló y gritaba cada vez que clavaban la cuchilla en la torta. Fue todo risas, hasta que la comunidad manifestó su rechazo a la creativa forma de oponerse al maltrato. Es más, la Asociación Sueco-Africana reclamó la dimisión de la ministra. “Su participación, mientras reía, bebía y comía pastel, eleva el insulto que esto supone contra la gente que sufre racismo y contra las mujeres afectadas por la mutilación”, dijeron.
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