"Podrían haber hecho algo más lindo, barato y apropiado", expresó el arquitecto. También opinó que la capital ha perdido coherencia. César Pelli fue categórico. "Cuando yo vivía aquí, esta era una ciudad mucho más pobre y provincial, pero también más coherente. Había un tipo de casa que dominaba, con algunas excepciones. Todavía no se encontraban edificios en alturas. Esa coherencia se ha perdido. Hoy, sería difícil decir cuál es el carácter de la capital". Con esas palabras, el arquitecto, reconocido en el mundo entero, se refirió esta mañana a San Miguel, en una charla en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Tucumán.
"Sin dudas -prosiguió- está mucho más moderna; antes era una ciudad dormida. Es linda, pero no se han respetado muchas cosas. El edificio que está al lado del teatro San Martín, el de Legislatura, por ejemplo, es horrible. Encima, me contaron que salió mucha plata. Eso es un crimen, acá hay muchos arquitectos que podrían haber hecho algo más lindo, barato y apropiado".
El señor de los rascacielos llegó el miércoles a la provincia invitado por LA GACETA en el marco de los festejos por el centenario de nuestro diario. Pelli entró en la historia de la mano de las espectaculares Torres Petronas de Kuala Lumpur, en Malasia, que con sus 452 metros fueron los edificios más altos, hasta que en 2003 los desbancaron los 508 metros de la Torre Taipei en Taiwán.
Entras las obras del César también se destacan el complejo World Financial Center, en Manhattan; el edificio República, frente a Puerto Madero; el Jardín de Invierno de las Cataratas del Niágara, que conecta un centro de convenciones con la caída de agua, y el 777 Tower, una construcción de oficinas en California. El jueves pasado, el prestigioso arquitecto, que reside en Estados Unidos desde hace 60 años, disertó ante un colmado teatro San Martín que, al finalizar, lo aplaudió de pie. Esta tarde culmina su periplo en la provincia.
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