Milagro Sala, desde la cárcel: “vivimos en una dictadura militar”

La dirigente de la Tupac Amaru cuestionó con dureza al gobierno de Macri. “Estamos peor que en los noventa”, dijo. La jefa de la agrupación filo kirchnerista Tupac Amaru, Milagro Sala, insistió hoy desde la cárcel con que es una "detenida política", arengó a sus compañeros a denunciarla para evitar la prisión y consideró que el gobernador jujeño Gerardo Morales "se caga en todo" y encabeza "una dictadura militar"."El mensaje que tengo que dar a los compañeros es que el gobierno de la provincia los está apretando para que denuncien en contra mío así no van presos. Así que 'denúncienme a mí nomás, así pueden obtener la libertad'. Esto es una dictadura militar, quizás mucho más fuerte", afirmó Sala. Desde la cárcel, donde cumple prisión preventiva en las causas que la investigan por asociación ilícita, fraude a la administración pública y extorsión, Sala afirmó que después de la opinión de un grupo de trabajo sobre detenciones de la Organización de Naciones Unidades "nos tienen que dar la libertad inmediatamente", pero opinó que Morales decidió que siga presa.
"Esto es el claro ejemplo que el tipo 'se caga en todo'. No le interesa nada. Tiene una obsesión con nuestra organización y desarmó todo, está destrozando todo. No robamos nada, lo único que hicimos fue trabajar. Pero este tipo nos quiere hacer queda ante la sociedad que somos chorro, delincuentes, narcotraficantes", señaló. Tras advertir que "a los 'vendidos' les decimos que no estamos enojados con ellos", Sala consideró que Morales "se cree el patrón de estancia que se tiene que hacer lo que dice" y apuntó que le falta "el látigo". "No tenemos por qué ser (como el arrepentido Leo) Fariña, ni somos alcahuetes, ni botones de nadie, ni forros de la justicia de Gerardo Morales", afirmó la dirigente que fue diputada electa por el Frente para la Victoria en el Parlasur pero no llegó a jurar en Uruguay por encabezar una protesta contra el nuevo gobierno jujeño.
Tras cumplir 300 días tras las rejas, afirmó que "estamos fuertes" y aseguró que "el día que salgamos de acá vamos a seguir militando". Asimismo, pidió no la sancionen después de esta entrevista dentro del penal "como la vez pasada", dado que dio el reportaje a radio Diez desde el teléfono disponible para los presos en el servicio penitenciario y no desde un celular.
Incluso, sobre el final de la nota se escuchaba a otra mujer que le pedía apurar la conversación que mantenía con los periodistas que la entrevistaron para poder usar el aparato. Una periodista revelo, en la transmisión que hicieron en dúplex con C5N, que habían conseguido la nota haciéndose pasar por una prima de Sala.