12 sept 2009

QUE PASA EN EL GRUPO ARTE

Me callaron por unas horas… y grité. Como Directora de Panorama24hs.com.ar, me tomo el atrevimiento, no muchas veces, de opinar de algún tema en especial, esta vez me voy a ocupar de mi y de quienes quisieron silenciar mi deseo de trabajar, de expresar, tratando de avasallar mis derechos de comunicadora social, de ser humano, de ser digno. Comencé esta profesión hace unos años pensando e idealizando otro mundo. Me tropecé con gente de todo tipo, de esas difíciles de olvidar, de las que se aprende, de las que se reniega y de esas que, simplemente, no queres recordar. De esta última voy a hablar, generalmente, los periodistas somos empleados de algún jefe que sólo sabe de números y no interpreta el valor de cada cosa que dejas en el lugar de trabajo. Mal que le pese soy hace seis años la cara del canal del interior, que antes llamaron canal 5, después TV NOA y ahora canal 14.
Siempre, por mi manera visceral y poco diplomática de decir las cosas que me parecen mal o injustas, me catalogaron como la problemática de Radio Rivadavia (empresa a quien también pertenezco hace seis años, parte del multimedios que integra Canal 14) simplemente por renegar de los que por costumbre, tienen la manera de chuparte la sangre. Hoy miré a mi hija a los ojos y comprendí que la vida pasa por otra cosa, por otro lado, por disfrutar de cada momento y no de hacerse mala sangre con estos tipos que blanquean la plata a costa de tu “laburo”, estos que se creen poderosos por dos mangos más en el bolsillo, esos que te usan siempre y cuando le parezca, esos que no sé cómo harán para vivir con esa conciencia, esos que se llaman dueños de…
Qué pena saber que estamos rodeados de ese tipo de gente, peor aún saber que de alguna manera, seguro que económicamente, dependemos de ellos. Hoy lloré de bronca, de impotencia, de odio por ser una más de las que utilizan estos tipos. Después de todo y de la intervención del sindicato y otras personas, mañana volveré a trabajar, lo que nadie sabe es que va a ser mi primer día de trabajo en un lugar al tan solo cumpliré con mi deber, como debe ser, como es correcto. Será el primer día, porque la camiseta ya me la saqué, mejor dicho me la arrancaron sin darse cuenta, desde hoy seré lo que ellos quieren que sea, un número más. Que pena…
Gracias a quienes me contuvieron, a quienes me ayudaron, a los hombros que encontré y a los que descubrí en el camino. Gracias. Como siempre gracias a este espacio que seguirá siendo el lugar donde pueda dejar volar mis deseos y sueños de esta profesión.
Ingrid Brito.

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