Mientras juega al golf, Tevez podría perder 23 millones de euros
En el City no saben qué hace el delantero en Argentina, y planean demandarlo ante la FIFA. El, tranquilo, se pasea por los links. Roberto Mancini se volvió a resignar ayer en una conferencia de prensa: “Sólo sé que Carlos Tevez está en la Argentina, pero no sé qué está haciendo allí”. La respuesta, para Mancini, es: Tevez, que viajó el miércoles 9 sin permiso de su club y que lo justificó con un certificado médico por “depresión”, se encuentra con su familia en su casa de La Horqueta y juega al golf (con veinte de hándicap). Más: ganó el último sábado el Gran Premio de los Pingüinos, una competencia que jugaban profesionales y amateurs, en pareja con Sebastián Fernández. Tevez participó de la competencia por invitación de su amigo Andrés Romero, el mejor golfista argentino (posición 113 en el mundo), que incluso se alojó en la casa del futbolista hasta que volvió a Tucumán, donde vive. “Juega muy bien –le cuenta Fernández, profesional desde 1989, a PERFIL–, se ve que practica allá en Inglaterra. No lo conocía, y me encontré con una persona muy humilde. Lo traté de guiar, le di alguno que otro consejo. No dijo nada de sus problemas con su club, pero me llamó la atención la paz que tenía. Hasta firmó autógrafos entre hoyo y hoyo.” Un amigo de Tevez, que exigió reserva de su nombre, le resumió a PERFIL lo que le pasa al futbolista: “No quiere vivir nunca más en Inglaterra”.
Estrategias. La dirigencia del Manchester City evalúa demandar a Tevez. Estudia, en consecuencia, el caso del rumano Adrian Mutu, obligado por la FIFA a desembolsar, en 2004, 17,1 millones de euros por alejarse sin autorización del Chelsea tras dar positivo por cocaína. Entrevistado por The Independent, un abogado especializado en litigios deportivos, Daniel Geey, estimó que Tevez debería pagar –siempre y cuando la FIFA lo encuentre culpable– entre 17 y 23,5 millones de euros. Pero la dirigencia, según escribió el periodista Ian Herbert, evitaría esa presentación ante la FIFA si consigue vender a Tevez en 25 millones cuando se reabra el mercado de pases, en enero.
En la trinchera de enfrente, Tevez podría exigir en julio la rescisión de su contrato, que expira en 2014, si juega menos del diez por ciento de los partidos. Así lo estipula el artículo 15 del Estatuto de la FIFA: “Un futbolista profesional que en una temporada apareciese en menos del diez por ciento de los partidos oficiales de su equipo puede terminar su contrato prematuramente por una justa causa deportiva”. Sin embargo, según analizó el periodista Harry Harris en ESPN, “el equipo legal del Manchester City está seguro de que Tevez no va a poder invocar el artículo 15, dado su extraordinario récord disciplinario y sus ausencias en los entrenamientos”.
Todos contra él. Para que lo defienda en los medios de comunicación, Tevez contrató a Paul McCarthy, ex editor de deportes de News of the World. McCarthy, por ejemplo, apuntó que, previo a su viaje, “Tevez intentó comunicarse con Mancini al menos diez veces, pero Mancini no le atendió el teléfono”. A la vez, Kia Joorabchian, el –como mínimo– misterioso representante de Tevez, negocia una salida pacífica con la dirigencia, según se informó en el Daily Express. Pero Joorabchian afronta otros problemas: en el juicio por seis mil millones de dólares que Boris Berezovsky, un oligarca ruso exiliado en Londres del que era testaferro, le inició a su ex socio Roman Abramovich (dueño del Chelsea), apareció el nombre del fondo de inversión Media Sports Investment, que Joorabchian administra y que no es otro que el que compró el pase de Tevez cuando jugaba en Boca y que lo asesora hasta hoy.
Pero el nombre de Tevez también se pronunció en la mismísima Cámara de los Comunes. El parlamentario Jim Sheridan, del Partido Laborista, pidió, a través de la moción 2395, del martes 8, el apoyo al comentarista televisivo Graeme Souness, que había calificado a Tevez de “manzana podrida”. Argumentó: “Que esta casa considere que Tevez tiene un comportamiento egoísta y que expresa todo lo que está mal en el fútbol”.
En Milán se pelean por sus goles “Milan-Inter, derby per Tevez”, tituló ayer en primera plana el diario La Gazzetta dello Sport. Amplió en la bajada: “(El delegado administrador del Milan, Adriano) Galliani desafía a los interistas: quiere contratar al argentino del City a préstamo”. También se informa que el presidente del Inter, Massimo Moratti, “está siguiendo a Tevez desde el mercado de pases de julio”.
El Manchester City, que en julio pedía 50 millones de euros por el pase del último goleador de la Premier League, lo podría vender por menos de la mitad.
Ya el capitán del Inter, Javier Zanetti, había confiado que su club pretendía contratar al atacante, de 27 años. “Es un campeón, pero está teniendo problemas en su club”, apuntó Zanetti, capitán de un equipo que no viene nada bien en la Serie A de Italia: va decimoséptimo, o sea, una posición por encima de los puestos de descenso.
En el City no saben qué hace el delantero en Argentina, y planean demandarlo ante la FIFA. El, tranquilo, se pasea por los links. Roberto Mancini se volvió a resignar ayer en una conferencia de prensa: “Sólo sé que Carlos Tevez está en la Argentina, pero no sé qué está haciendo allí”. La respuesta, para Mancini, es: Tevez, que viajó el miércoles 9 sin permiso de su club y que lo justificó con un certificado médico por “depresión”, se encuentra con su familia en su casa de La Horqueta y juega al golf (con veinte de hándicap). Más: ganó el último sábado el Gran Premio de los Pingüinos, una competencia que jugaban profesionales y amateurs, en pareja con Sebastián Fernández. Tevez participó de la competencia por invitación de su amigo Andrés Romero, el mejor golfista argentino (posición 113 en el mundo), que incluso se alojó en la casa del futbolista hasta que volvió a Tucumán, donde vive. “Juega muy bien –le cuenta Fernández, profesional desde 1989, a PERFIL–, se ve que practica allá en Inglaterra. No lo conocía, y me encontré con una persona muy humilde. Lo traté de guiar, le di alguno que otro consejo. No dijo nada de sus problemas con su club, pero me llamó la atención la paz que tenía. Hasta firmó autógrafos entre hoyo y hoyo.” Un amigo de Tevez, que exigió reserva de su nombre, le resumió a PERFIL lo que le pasa al futbolista: “No quiere vivir nunca más en Inglaterra”.
Estrategias. La dirigencia del Manchester City evalúa demandar a Tevez. Estudia, en consecuencia, el caso del rumano Adrian Mutu, obligado por la FIFA a desembolsar, en 2004, 17,1 millones de euros por alejarse sin autorización del Chelsea tras dar positivo por cocaína. Entrevistado por The Independent, un abogado especializado en litigios deportivos, Daniel Geey, estimó que Tevez debería pagar –siempre y cuando la FIFA lo encuentre culpable– entre 17 y 23,5 millones de euros. Pero la dirigencia, según escribió el periodista Ian Herbert, evitaría esa presentación ante la FIFA si consigue vender a Tevez en 25 millones cuando se reabra el mercado de pases, en enero.
En la trinchera de enfrente, Tevez podría exigir en julio la rescisión de su contrato, que expira en 2014, si juega menos del diez por ciento de los partidos. Así lo estipula el artículo 15 del Estatuto de la FIFA: “Un futbolista profesional que en una temporada apareciese en menos del diez por ciento de los partidos oficiales de su equipo puede terminar su contrato prematuramente por una justa causa deportiva”. Sin embargo, según analizó el periodista Harry Harris en ESPN, “el equipo legal del Manchester City está seguro de que Tevez no va a poder invocar el artículo 15, dado su extraordinario récord disciplinario y sus ausencias en los entrenamientos”.
Todos contra él. Para que lo defienda en los medios de comunicación, Tevez contrató a Paul McCarthy, ex editor de deportes de News of the World. McCarthy, por ejemplo, apuntó que, previo a su viaje, “Tevez intentó comunicarse con Mancini al menos diez veces, pero Mancini no le atendió el teléfono”. A la vez, Kia Joorabchian, el –como mínimo– misterioso representante de Tevez, negocia una salida pacífica con la dirigencia, según se informó en el Daily Express. Pero Joorabchian afronta otros problemas: en el juicio por seis mil millones de dólares que Boris Berezovsky, un oligarca ruso exiliado en Londres del que era testaferro, le inició a su ex socio Roman Abramovich (dueño del Chelsea), apareció el nombre del fondo de inversión Media Sports Investment, que Joorabchian administra y que no es otro que el que compró el pase de Tevez cuando jugaba en Boca y que lo asesora hasta hoy.
Pero el nombre de Tevez también se pronunció en la mismísima Cámara de los Comunes. El parlamentario Jim Sheridan, del Partido Laborista, pidió, a través de la moción 2395, del martes 8, el apoyo al comentarista televisivo Graeme Souness, que había calificado a Tevez de “manzana podrida”. Argumentó: “Que esta casa considere que Tevez tiene un comportamiento egoísta y que expresa todo lo que está mal en el fútbol”.
En Milán se pelean por sus goles “Milan-Inter, derby per Tevez”, tituló ayer en primera plana el diario La Gazzetta dello Sport. Amplió en la bajada: “(El delegado administrador del Milan, Adriano) Galliani desafía a los interistas: quiere contratar al argentino del City a préstamo”. También se informa que el presidente del Inter, Massimo Moratti, “está siguiendo a Tevez desde el mercado de pases de julio”.
El Manchester City, que en julio pedía 50 millones de euros por el pase del último goleador de la Premier League, lo podría vender por menos de la mitad.
Ya el capitán del Inter, Javier Zanetti, había confiado que su club pretendía contratar al atacante, de 27 años. “Es un campeón, pero está teniendo problemas en su club”, apuntó Zanetti, capitán de un equipo que no viene nada bien en la Serie A de Italia: va decimoséptimo, o sea, una posición por encima de los puestos de descenso.
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