Un cospel plateado y un 25% más caro
Con el voto de los opositores Viña(FOTO) (FR) y Ávila (PRO), los concejales oficialistas avalaron el nuevo precio del boleto urbano: $ 2,50. La norma fue aprobada pasado el mediodía y a las 17 ya había sido promulgada por el intendente Amaya. Los ediles elogiaron el servicio que prestan los empresarios. Fueron cinco horas de acalorado debate en el que no faltaron los cruces verbales, las ironías y los dardos envenenados entre oficialistas y opositores. Lo que se sabía de antemano se cumplió ayer con la exactitud de un oráculo griego. El cospel dejó de costar $ 2. Por amplia mayoría, los concejales de la capital decidieron que para viajar por las calles de la ciudad habrá que abonar, desde hoy, $ 2,50; es decir, un 25% más. Ayer por la tarde, el intendente, Domingo Amaya, promulgó la ordenanza que había sido sancionada horas antes por los concejales. Fue la primera vez que el jefe municipal, a la vuelta de ocho años gestión, firma una ordenanza de aumento en el servicio del transporte público. El primero en justificar el anunciado incremento fue el titular del bloque peronista y presidente de la comisión de Transporte, Esteban Dumit. El alperovichista ponderó el proceso administrativo que llevaron a cabo los ediles capitalinos hasta la sanción de la norma. "Quiero resaltar la madurez y seriedad con que se trató el tema desde que ingresó al Concejo. Porque todos los sectores involucrados opinaron y sentaron su postura", expresó Dumit. Para justificar la suba, el peronista destacó que los empresarios mejoraron considerablemente el servicio en los últimos años. "Tenemos un servicio donde el 80% de la planta automotriz está conformada por vehículos con menos de tres años de antigüedad. Esta situación se dio por la decisión del Gobierno nacional de implementar los subsidios al sector", resaltó Dumit. Cuando se procedió a la votación, el proyecto del oficialismo de llevar a $ 2,50 el precio del cospel fue avalado con 14 votos, incluidos los de los opositores Claudio Viña (FR) y Roberto Ávila (PRO). "El aumento que se fija en el dictamen de mayoría difiere considerablemente de los $ 3,35 que solicitaron los empresarios. Es de necios negar la realidad, porque todos conocemos que hay inflación. La demagogia es la manipulación deliberada para ganarse a alguien. Yo voté siempre en contra del aumento, pero no soy demagogo. Para mí, ser coherente no es votar siempre lo mismo. Ser coherente es votar siempre con los mismos principios. Y no se puede negar la inflación", justificó el bussista su decisión de votar, por primera vez, en favor del incremento del boleto. El macrista Ávila, quien también acompañó con su voto al oficialismo, reconoció que la inflación incide en la clase trabajadora, y también en el sector empresarial. "Voy a aceptar una tarifa a $ 2,50 para que los empresarios no bajen la calidad de su servicio. Votar en contra del aumento podría ir en contra del servicio y eso es lo que no queremos. No obstante vamos a observar que cumplan con las rampas para discapacitados. Creo que acompañar la iniciativa es lo más sensato", se escudó Ávila. Quienes votaron en contra del dictamen oficialista fueron los radicales José Luis Avignone y Roque Mendía; y la representante de la Coalición Cívica, Sandra Manzone. Sin éxito, los opositores habían intentado imponer los nuevos valores del cospel: $ 2,25 en el caso de Avignone y Mendía, y $ 2,27 en el caso de Manzone. Ambas iniciativas fueron rechazadas por la mayoría oficialista.
Con el voto de los opositores Viña(FOTO) (FR) y Ávila (PRO), los concejales oficialistas avalaron el nuevo precio del boleto urbano: $ 2,50. La norma fue aprobada pasado el mediodía y a las 17 ya había sido promulgada por el intendente Amaya. Los ediles elogiaron el servicio que prestan los empresarios. Fueron cinco horas de acalorado debate en el que no faltaron los cruces verbales, las ironías y los dardos envenenados entre oficialistas y opositores. Lo que se sabía de antemano se cumplió ayer con la exactitud de un oráculo griego. El cospel dejó de costar $ 2. Por amplia mayoría, los concejales de la capital decidieron que para viajar por las calles de la ciudad habrá que abonar, desde hoy, $ 2,50; es decir, un 25% más. Ayer por la tarde, el intendente, Domingo Amaya, promulgó la ordenanza que había sido sancionada horas antes por los concejales. Fue la primera vez que el jefe municipal, a la vuelta de ocho años gestión, firma una ordenanza de aumento en el servicio del transporte público. El primero en justificar el anunciado incremento fue el titular del bloque peronista y presidente de la comisión de Transporte, Esteban Dumit. El alperovichista ponderó el proceso administrativo que llevaron a cabo los ediles capitalinos hasta la sanción de la norma. "Quiero resaltar la madurez y seriedad con que se trató el tema desde que ingresó al Concejo. Porque todos los sectores involucrados opinaron y sentaron su postura", expresó Dumit. Para justificar la suba, el peronista destacó que los empresarios mejoraron considerablemente el servicio en los últimos años. "Tenemos un servicio donde el 80% de la planta automotriz está conformada por vehículos con menos de tres años de antigüedad. Esta situación se dio por la decisión del Gobierno nacional de implementar los subsidios al sector", resaltó Dumit. Cuando se procedió a la votación, el proyecto del oficialismo de llevar a $ 2,50 el precio del cospel fue avalado con 14 votos, incluidos los de los opositores Claudio Viña (FR) y Roberto Ávila (PRO). "El aumento que se fija en el dictamen de mayoría difiere considerablemente de los $ 3,35 que solicitaron los empresarios. Es de necios negar la realidad, porque todos conocemos que hay inflación. La demagogia es la manipulación deliberada para ganarse a alguien. Yo voté siempre en contra del aumento, pero no soy demagogo. Para mí, ser coherente no es votar siempre lo mismo. Ser coherente es votar siempre con los mismos principios. Y no se puede negar la inflación", justificó el bussista su decisión de votar, por primera vez, en favor del incremento del boleto. El macrista Ávila, quien también acompañó con su voto al oficialismo, reconoció que la inflación incide en la clase trabajadora, y también en el sector empresarial. "Voy a aceptar una tarifa a $ 2,50 para que los empresarios no bajen la calidad de su servicio. Votar en contra del aumento podría ir en contra del servicio y eso es lo que no queremos. No obstante vamos a observar que cumplan con las rampas para discapacitados. Creo que acompañar la iniciativa es lo más sensato", se escudó Ávila. Quienes votaron en contra del dictamen oficialista fueron los radicales José Luis Avignone y Roque Mendía; y la representante de la Coalición Cívica, Sandra Manzone. Sin éxito, los opositores habían intentado imponer los nuevos valores del cospel: $ 2,25 en el caso de Avignone y Mendía, y $ 2,27 en el caso de Manzone. Ambas iniciativas fueron rechazadas por la mayoría oficialista.
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