Mucha oferta y pocas operaciones cerradas. A diferencia de otras temporadas, los turistas no alquilaron con anticipación y decidieron esperar a que el próximo gobierno defina el rumbo económico. Inquietud entre martilleros. Se buscan turistas. Toda Mar del Plata se ve repleta de carteles para alquilar, una rareza en esta época del año. Pero la gente está con la cabeza en las elecciones de hoy. Las PASO, las elecciones generales, este día de balotaje y todavía faltan: el cambio de mando y las decisiones económicas que vaya a tomar el nuevo gobierno. Semejante cóctel postergó los planes de vacaciones de muchos y en la Costa ya es evidente un aplazo en las reservas como por lo menos no se registraba en los útimos 8 años. No es un “parate”, aclaran los operadores turísticos, sino “un retraso”. Aún así, creen que “será una buena temporada” de verano.
Por ahora, lo que hay en demasía son consultas: “Pongo un departamento en alquiler en el sitio de la oficina en Internet y en pocos días suma dos mil visitas o más, pero no lo alquilo”, explica el vendedor de una inmobiliaria de Punta Mogotes y el Bosque Peralta Ramos. Pablo Pfilapsidis, de la Cámara de Empresarios de Balnearios y Restaurantes, dio una certera imagen a un portal de noticias local para definir la situación: “Las reservas están con freno de mano”, sostuvo. “Es normal –dijo– que antes de un comicio presidencial la gente esté retraída, pero una vez que se resuelva todo se agilizará”. En los balnearios se nota menos el aplazamiento de las reservas, puesto que son muchas las familias marplatenses que tienen señado su lugar en la arena. En algunos, el nivel de reservas se mantiene, aunque en otros la caída es evidente. La sociedad “Jardines del Balcón” maneja cuatro balnearios en la zona sur, con valores que van de 7 a 12 mil pesos la quincena en enero. “Lo que hicimos fue estirar la tarifa porque la gente no se decide. Es decir que el precio se mantiene hasta el 10 de diciembre, cuando antes iba subiendo en octubre y noviembre”, explica el administrador, Esteban Galera. En la hotelería hay casos de preventa, pero las elecciones también los mantiene frenados. Según los martilleros, los alquileres tendrán aumentos del 25%. En la mayoría de los casos serán por quincena o semana. Alquilar el mes entero es de otra época o quedó para un grupo reducido de alto poder adquisitivo. Pero la apuesta de muchos veraneantes es que el efecto de los precios de Brasil, más ventajosos por la devaluación del Real, empuje hacia abajo el precio de los alquileres argentinos. “La gente está esperando a ver qué pasa. Lo que está cerrado es poco, esto no se daba hace por lo menos ocho años. Hay mucha gente pidiendo informes, viendo, averiguando, es casi psicológico diría yo, la gente espera: en las elecciones pasadas se veía venir que sería Cristina e igual se paró”, explica Miguel Angel Donsini, titular de la cámara que nuclea a las inmobiliarias de Mar del Plata. El punto, dice el martillero, “no es el 10 de diciembre, sino lo que resolverá el nuevo ministro de Economía”. Rodrígo Sanz, de Sanz y Ordoqui Propiedades, sostiene que la temporada está retrasada un 20% en relación al año pasado. “No nos sorprende –dice–, está dentro de lo previsto y lo mismo que pasa a los turistas le ocurre a empresas: estábamos reciclando un departamento y nos dijeron desde la empresa de cerramientos de aluminio ‘la plata mañana’ o sino hasta después de las elecciones no vendían”. No hay operador que deje de ser optimista. “Mar del Plata es económica, la gente toma períodos cortos de vacaciones y habrá mucho recambio”, dicen. Aunque no dejan de ver que hay distintos factores que denotan incertidumbre. Son tres: la devaluación que registró Brasil en los últimos meses, que tornó aún más seductoras a sus siempre atractivas playas; las cuotas a las que se puede acceder para viajar al exterior; y el anuncio de que las clases comenzarán en los últimos días de febrero y no en marzo como reclaman los sectores turísticos.
Por ahora, lo que hay en demasía son consultas: “Pongo un departamento en alquiler en el sitio de la oficina en Internet y en pocos días suma dos mil visitas o más, pero no lo alquilo”, explica el vendedor de una inmobiliaria de Punta Mogotes y el Bosque Peralta Ramos. Pablo Pfilapsidis, de la Cámara de Empresarios de Balnearios y Restaurantes, dio una certera imagen a un portal de noticias local para definir la situación: “Las reservas están con freno de mano”, sostuvo. “Es normal –dijo– que antes de un comicio presidencial la gente esté retraída, pero una vez que se resuelva todo se agilizará”. En los balnearios se nota menos el aplazamiento de las reservas, puesto que son muchas las familias marplatenses que tienen señado su lugar en la arena. En algunos, el nivel de reservas se mantiene, aunque en otros la caída es evidente. La sociedad “Jardines del Balcón” maneja cuatro balnearios en la zona sur, con valores que van de 7 a 12 mil pesos la quincena en enero. “Lo que hicimos fue estirar la tarifa porque la gente no se decide. Es decir que el precio se mantiene hasta el 10 de diciembre, cuando antes iba subiendo en octubre y noviembre”, explica el administrador, Esteban Galera. En la hotelería hay casos de preventa, pero las elecciones también los mantiene frenados. Según los martilleros, los alquileres tendrán aumentos del 25%. En la mayoría de los casos serán por quincena o semana. Alquilar el mes entero es de otra época o quedó para un grupo reducido de alto poder adquisitivo. Pero la apuesta de muchos veraneantes es que el efecto de los precios de Brasil, más ventajosos por la devaluación del Real, empuje hacia abajo el precio de los alquileres argentinos. “La gente está esperando a ver qué pasa. Lo que está cerrado es poco, esto no se daba hace por lo menos ocho años. Hay mucha gente pidiendo informes, viendo, averiguando, es casi psicológico diría yo, la gente espera: en las elecciones pasadas se veía venir que sería Cristina e igual se paró”, explica Miguel Angel Donsini, titular de la cámara que nuclea a las inmobiliarias de Mar del Plata. El punto, dice el martillero, “no es el 10 de diciembre, sino lo que resolverá el nuevo ministro de Economía”. Rodrígo Sanz, de Sanz y Ordoqui Propiedades, sostiene que la temporada está retrasada un 20% en relación al año pasado. “No nos sorprende –dice–, está dentro de lo previsto y lo mismo que pasa a los turistas le ocurre a empresas: estábamos reciclando un departamento y nos dijeron desde la empresa de cerramientos de aluminio ‘la plata mañana’ o sino hasta después de las elecciones no vendían”. No hay operador que deje de ser optimista. “Mar del Plata es económica, la gente toma períodos cortos de vacaciones y habrá mucho recambio”, dicen. Aunque no dejan de ver que hay distintos factores que denotan incertidumbre. Son tres: la devaluación que registró Brasil en los últimos meses, que tornó aún más seductoras a sus siempre atractivas playas; las cuotas a las que se puede acceder para viajar al exterior; y el anuncio de que las clases comenzarán en los últimos días de febrero y no en marzo como reclaman los sectores turísticos.
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